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¿AHI ALGUIEN HAY?
Una noche fría, oscura, de esas que desaparece la luna.
Temblores en los cristales. ¡El cielo se nos cae encima! La casa se ilumina con los relámpagos, uno tras otro. El último causo tal destello que su gran luz sumergió en la oscuridad a toda la vecindad.
--Joder tío, que tormentón…
--Ya ves, voy a mirar a ver si a saltado el térmico de la luz.
Andando a ciegas, palpando las paredes.
--Tengo por aquí una linterna, por un cajón de estos.
Al iluminar el salón, se hizo la ceguera de Juan, obligándolo a cubrir su rostro con el antebrazo.
--Tío!!! No me alumbres la cara.
La risa de Marcos retumbaba en las cuatro paredes.
--Perdona, perdona… -- Le contestaba mientras miraba el cuadro eléctrico. – Pues tío, el térmico no ha saltado. No habrá luz en todo el bloque.
Al volverse de nuevo al salón, un ruido se produjo a sus espaldas. Era como si notara una presencia detrás suya.
--Juan… ¿Has oído?
--¿El qué?
--Hay en el pasillo, he oído algo.
--A ver, dame la linterna.
Se adentraron sigilosamente en el pasillo de la casa….
--¿Has oído? Se oye una voz….
--Pero si no hay nadie.
--Que sí, que si…. Mira, mira ¿has visto?
--¿El qué?
--Alumbra con la linterna, hay entre la puerta, he visto algo.
Ruidos en la noche, voces que se oyen. ¿Nuestro celebro? ¿Algo sobrenatural? Yo diría “MIEDO”….
--Espera que voy a abrir la puerta.
--Lleva cuidado…
¿AHÍ ALGUIEN HAY?
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