miércoles, 4 de julio de 2012

Entrevista Flórian Palomar


Conocemos a unos de los fotógrafos más seguidos por las redes sociales, no solo por su trayectoria sino también por esas historias que nos cuenta en cada fotografía que nos presenta.
Florián Palomar Gascón aficionado a la fotografía callejera, social y de reportaje lleva en este mundo de la fotografía, como aficionado, unos cuatro años. Madrileño, el cual no se pierde ningún evento o manifestación de la capital española, de los cuales podemos destacar las manifestaciones del 15-M, los eventos del día del orgullo gay y, en general los que tienen carácter reivindicativo. Sus trabajos están expuestos en su web http://www.wix.com/florianpalomar/my-galery# en su galería de Flickr http://www.flickr.com/photos/florian_fotero.

En la red es conocido como Homer Fotero.



ALRAMLA magazine. Háblanos de tu equipo de trabajo.

Florián Palomar. En realidad, cualquier cámara que tenga al alcance es mi equipo, pues en general no utilizo un equipo concreto para realizar un trabajo, sino que adapto el disparo a la cámara que tenga en ese momento. No creo en la necesidad de gastar mucho dinero para hacer fotografías interesantes. Compré  una fujifilm finepix S5600 y, empecé a aficionarme a la fotografía, después para conocer un poco más compré un cuerpo de una NIKON D60, con un objetivo de segunda mano que todavía utilizo NIKOR 18-135 f3,5-5,6 y una compacta canon ixus 105, que gané en fotoprix en octubre de 2010. Como podéis ver es un equipo humilde, y sigo utilizando cualquiera de ellas según qué circunstancias. Creo que tengo imágenes igual de interesantes con cualquiera de ellas.

ARM.  Hemos visto que para cada imagen tienes una historia ¿Cuál es inolvidable?

F.P. Las imágenes que publico me hablan. Algunas tienen una historia en el momento en que las hago, otras me la cuenta la propia fotografía en algún momento.
Hay una que me gusta especialmente, se titula “El hacedor de burbujas”.
Andaba paseando Por la Plaza Mayor de Madrid, estaba mirando a un joven que con un cubo y un par de varillas de madera unidas por una cuerda, hacía pompas de jabón enormes con las que un grupo de niños jugaban saltando y gritando. Mi imaginación empezó a volar e imaginar una historia, estaba embobado, de repente giré la vista y sentí un impulso, al ver una burbuja volando me acerqué, intenté colocarme para tener un fondo que me gustase y disparé. Al ver la imagen en el ordenador se me puso una sonrisa enorme y me sentí como aquellos niños, pues casualidades de la vida, toda la plaza sale reflejada en la burbuja.

ARM. ¿A quién te ha costado más fotografiarlo?

F.P. Por supuesto a mí. El autorretrato creo que es de lo más difícil que hay, de hecho todavía no me hecho uno en el que me enfrente a la cámara sin ningún tapujo, siempre me oculto tras ella u ofrezco una vista parcial de mí y, es que a veces la cámara captura el alma y eso, es algo que asusta un poco.

ARM. Y alguna anécdota.

F.P. Pues tengo una que me sucedió en una exhibición deportiva de artes marciales.
Fui a ver a un sobrino mío que participaba y, en mi afán de sacarle una foto, bajé y me acerqué a la pista, pero todavía la distancia era mucha, así que decidí arriesgarme un poco más y me acerqué a la pista. Tanto fue mi atrevimiento que me confundieron con un fotógrafo que venía a hacer un reportaje, me preguntaron si tenía acreditación y, como me había acercado tanto a los participantes, mi sobrino que estaba allí, vio lo que estaba pasando y se adelanto, me gritó “¿tío has venido a hacer el reportaje?”, yo  asentí, entonces el instructor que estaba conmigo me sonrió, y me dijo “ah entonces siga con su trabajo”. A partir de  ahí, todo fue pasar vergüenza, ya que me quedé solo, en medio de la pista del polideportivo,  y tuve que estar durante todo el acto haciendo fotos de los participantes como si fuera un reportero experimentado. Ahora me sonrío al recordarlo, pero fue una situación surrealista.

ARM. Fotografía que aun no tengas y estas deseando tener.

F.P. En realidad son muchas las fotografías que quiero tener. Son muchas las asignaturas pendientes. El paisaje, los macros, la fotografía creativa, la nocturna, es decir, la fotografía que quiero tener es aquella que al mirarla te quedas hipnotizado, aquella que no deja lugar a ninguna duda sobre su excepcionalidad, la mire quien la mire.


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